Vencedores y vencidos

Mataron en Mallorca, pero la onda expansiva de aquella bomba en el coche patrulla de la guardia civil alcanzó a todos los españoles. En realidad, no era una bomba destinada a ellos, pues ETA, a los que mata, los utiliza para manipular a los que pretende someter. Los muertos no sienten ira, no expresan repulsa, no experimentan desánimo. Los muertos ya no son capaces de miedo ni de odio. Ellos no pueden saber de tristezas ni amarguras. Es en mi corazón y en el tuyo donde ETA quiere ejercer su tiranía.

¡Casa cuartel de Burgos, coche patrulla en Mallorca, versión escénica nueva del drama de la humanidad crucificada! El letrero dice siempre «Jesús Nazareno». La causa de su muerte no se lee muy bien, pero puede que diga «Guardia Civil».

A quienes lo crucifican, no les basta con que muera el hombre; necesitan destruir su sentido de la vida, su mensaje, su espíritu. Por eso no sólo matan, sino que escarnecen, desprecian y festejan Pero su pretensión se verá frustrada, serán derrotados, y lo serán mucho antes de que rompa sobre las tumbas la luz de la resurrección. Serán derrotados allí, en el lugar mismo de la crucifixión, pues allí serán amados los que necesitan odio para respirar.

Los verdugos se han ausentado de tal manera de la humanidad que la víctima no puede perdonarlos, ninguna víctima, ni siquiera Jesús de Nazaret. Pero será el amor, el de Jesús y el tuyo, el que busque caminos para el perdón imposible, el que prive al mal de su victoria, el que anule su esperanza de humillarte y le agoste en las entrañas la ironía y el sarcasmo. Para subsistir, ETA necesita odiar y ser odiada. No soportará la onda expansiva del amor: “Señor, no les tomes en cuenta este pecado”; “Padre, perdónalos, que no saben lo que se hacen”.

ETA busca el odio para respirar. Tú y yo podemos vencerla, porque amamos. ¡El amor les quita el aire!

Agosto de 2009.

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