Más información. Hace unos días, en las costas de Libia, desaparecieron ahogados trescientos, puede que cuatrocientos o quinientos africanos -¿a quién importa saber cuántos eran si no importa saber quiénes eran?-.
Todavía información. En octubre de 2008, la FAO reconocía que el número de personas con hambre crónica crece en el mundo a un ritmo de 75 millones por año.
Preguntas: ¿Quién ha hecho de las fronteras un corredor de la muerte? ¿Quién es el responsable del genocidio de los pobres del mundo? ¿Quién financia las guerras entre los pobres del mundo? ¿Quién fabrica armas para que se maten los pobres del mundo?
Francia, París, alrededores de la catedral de Notre Dame. Un grupo de personas exhibe carteles en los que se puede leer: «Benoit XVI assassin».
Bélgica, parlamento de la nación: “El parlamento insta al Gobierno a condenar las declaraciones inaceptables del Papa contra el uso de preservativo en la lucha contra el sida”.
Cuestión de lógica. Si el Papa no es también el responsable de las muertes en las fronteras de Europa; si el Papa no es también el responsable del hambre en el mundo; si el Papa no es también el responsable de las guerras por el control de las riquezas de la tierra, si no se han hallado nunca fábricas de armas en la cripta de San Pedro o en las salas de los Museos Vaticanos, aquí faltan carteles y condenas, ¿o tal vez sobran? ¡Pienso que sobran!
Posdata.: Europa debe a África mucho más que carteles y condenas. Sólo los pobres podrán desadeudarla con el perdón.
Abril de 2009.
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