Seguridad... y basura

La imagen empieza a ser cotidiana. Hombres y mujeres marchando juntos por las calles de un pueblo o de un barrio y reclamando, se supone que de la autoridad competente, medidas que garanticen a todos la necesaria seguridad: «Queremos seguridad». «Queremos un barrio habitable».

Quienes ponen en peligro la seguridad ciudadana son fácilmente identificables: gente marginal en el sentido más puro y más duro de la palabra, hombres y mujeres al borde de nuestra página, de nuestra urbanización, de nuestra normalidad, de nuestra vida. Luego oiremos nombres comunes y concretos: “Rumanos, búlgaros, drogadictos”… Ya han dejado de ser hombres y mujeres con responsabilidad personal para ser grupos con identidad colectiva…

Mientras el grupo de los que reclaman seguridad avanza por la calle, la mirada centra unos cubos de basura y se clava en un hombre que allí, en la basura, rebusca “buscándose la vida”.

Entonces imaginé –fue sólo una imaginación- otro itinerario para la manifestación. Aquellos hombres y mujeres en busca de seguridad, se volvían hacia el hombre de los contenedores de basura, e iban con él a las puertas del ayuntamiento a reclamar justicia, dignidad y trabajo para todos. La seguridad, que habían salido a buscar con gritos y pancartas, habría empezado a nacer al paso de la solidaridad.

Mayo de 2009.

0 comentarios:

Publicar un comentario